Eran las 5 de la mañana cuando dió a luz un bebė en una ciudad del norte de Italia con un frío tiritante y 90 cm de nieve. Todavía ay fotos de una abuela que le hiba a ver y solo se veía algo menos de medio busto en un sin fin de blanca y fina nieve.
Nadie de la familia se podía acostumbrar a este frío ya que por trabajo se fueron a vivir allí desde un pueblecito del Sur, solos los padres, sin ayudas, nada más que ellos mismos, y de la abuela que en paz descanse.
Allí es donde el pequeño bebe empezó a dar los primeros pasos, aunque le costaba un poco, siempre enfermaba hasta que a los dos años les quitaron las anginas porque estaban verdes y podrias!
Crecía lentamente pero crecía bajo el permanente control de unos padres que estaban solos pero que nunca jamás de desmoronaron y siguieron adelante trabajando como mulas, mientras hacían tomar fuerzas a su niño en las escuelas.
Pero como el refrán dice: la cabra siempre tira a la monte y en cuanto pudieron volver a su tierra en el sur a 1100km de donde nació su niño, no lo pensaron dos veces y volvieron. Y El Niño ya tenía 8 años, pero el se sentía del Norte extrañamente. Que fuerte,,
Tanto que le costó adaptarse, tanto que se cerró en su mundo y vivía en una nube. Era el único niño que hablaba italiano muy fino que desentonaba en un dialecto fuerte, con raíz, con historia.
Es un niño que le cuesta tener atención, no es tonto pero que tampoco muy listo, pero si demasiado sensible.
Los años van pasando y El Niño pega un estirón que hasta les acentúa una escoliosi y necesita ponerse un corsé que le impide sentarse. Así que va a la escuela con un corsé, unas gafas, y un aparato de dientes, un cuadro!
Llegan los 18 años y el bebe un tanto mas grande, y con un hermanito, sigue en su nube, estudió hostelería y está a punto de ir a la mili, está enfadado con el mundo. Con el tiempo ya deja de enfadarse con el mundo y empieza un largo camino de introspección y en la búsqueda de si mismo.
Se va de Italia, se va para España, y le espera una nueva vida que el mismo se construye, algo perdido al principio pero luego encuentra su camino.
Este niño todavía está dentro del hombrecillo que ahora esta echo, ya sacó muchos fantasmas que le bloqueaban, para dar paso a otros desde luego, pero que ya es capaz de comérselos ,ya es capaz de saber lo que quiere y adonde quiere llegar, afrontar los problemas, quizá con algo de oh my god, de estupor y algo impulsivo pero los afronta y con creces, aunque todavía tiene que creer aun mas en sus cualidades que son muchas.
Así es que cada 25 de Noviembre este niño siempre es un niño, pero un niño con creces.
Quiero agradecer aquí también a todos los que me habéis felicitado en este día .
El 25 de Noviembre es mi día.
A mi Familia!
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